Los métodos de desarrollo de aplicaciones están alejándose del tradicional modelo «en cascada». Ahora, la tendencia es adoptar procesos más ágiles de integración/implementación continua (CI/CD, por sus siglas en inglés) que hagan posible una automatización integral. Este nuevo enfoque tiene muchas ventajas —como la reducción de los plazos de comercialización y entrega—, pero también inconvenientes, ya que las metodologías de seguridad tradicionales no se crearon pensando en los flujos de trabajo de las aplicaciones modernas. Sea como sea, los equipos de desarrollo están apostando fuerte por las tecnologías nativas en la nube, así que a los equipos de seguridad no les queda otro remedio que adaptarse y lidiar con la falta de controles de prevención, la mala visibilidad o el uso de herramientas que, al carecer de funciones de automatización, impiden hacer análisis de seguridad completos. Todos estos factores ponen en peligro los entornos en la nube y hacen más probable que lleguen a sufrir brechas de seguridad. Al mismo tiempo, la necesidad de abordar la seguridad de otra manera ha dado lugar a otro cambio: la aparición de las plataformas de seguridad nativas en la nube (CNSP, por sus siglas en inglés).
Antes de explicar qué es exactamente una plataforma de seguridad nativa en la nube, veamos qué quiere decir «nativo en la nube».
¿Qué significa «nativo en la nube»?
El término «nativo en la nube» hace referencia a una forma de crear y ejecutar aplicaciones que, en lugar de utilizar un centro de datos local, aprovecha al máximo el modelo de entrega propio de la computación en la nube. Este enfoque aplica las principales ventajas de la nube —por ejemplo, su escalabilidad, su capacidad informática ilimitada a petición y lo fácil que es de implementar y gestionar— al desarrollo de software que, junto con la automatización de la integración/implementación continua (CI/CD), supone un gran ahorro y aumenta radicalmente la productividad y la agilidad empresarial.
Las arquitecturas nativas en la nube se componen de servicios en la nube, como contenedores, funciones de seguridad sin servidor, plataformas como servicio (PaaS, por sus siglas en inglés) y microservicios. Todos estos servicios interactúan con la infraestructura, pero no tienen una dependencia fija con ninguno de sus componentes, lo que permite a los desarrolladores hacer cambios con frecuencia sin que afecten a otras partes de la aplicación o a proyectos de otros miembros del equipo en todo tipo de implementaciones de nube (públicas, privadas o de varias nubes).
Resumiendo: el término «nativo en la nube» designa una metodología de desarrollo de software que, además de estar concebida para la entrega en la nube, ejemplifica todas las ventajas de esta.
Los orígenes de la seguridad nativa en la nube
Cada vez más organizaciones siguen la metodología DevOps, y los ciclos de desarrollo de aplicaciones también están cambiando. Los equipos de seguridad, por su parte, se han dado cuenta enseguida de que las herramientas que utilizan son incompatibles con el modelo de seguridad nativa en nube, que ahora está vinculado al trabajo de los desarrolladores, se centra en las API y ya no depende de infraestructuras concretas. Por esta razón, han empezado a comercializarse productos de seguridad nativos en la nube independientes diseñados para resolver problemas específicos o relacionados con parte del software. Sin embargo, ninguno es capaz de recopilar por sí solo la cantidad de información necesaria para alertar de los riesgos que existen en todos los entornos nativos en la nube, ni tampoco para entenderlos bien. Todo esto ha obligado a los equipos de seguridad a lidiar con diferentes herramientas y proveedores, lo que aumenta los costes, los riesgos y la complejidad, además de crear ángulos muertos donde las herramientas se solapan sin integrarse.
¿La solución? Las plataformas de seguridad nativas en la nube
Para resolver este problema, se necesita una plataforma unificada que abarque todo el proceso de integración/implementación continua (CI/CD, por sus siglas en inglés) y se integre con el flujo de trabajo de DevOps. Al igual que los entornos nativos en la nube han cambiado el uso de esta, las plataformas de seguridad nativas en la nube transformarán cómo se protege.
Para mejorar la seguridad, las plataformas de seguridad nativas en la nube distribuyen a sus componentes información contextual acerca de la infraestructura, las plataformas como servicio (PaaS), los usuarios, las plataformas de desarrollo, los datos y las cargas de trabajo de las aplicaciones. Además:
- ofrecen una visibilidad unificada a los equipos de SecOps y DevOps;
- incorporan funciones con las que responder a las amenazas y proteger las aplicaciones nativas en la nube;
- corrigen automática y sistemáticamente las vulnerabilidades y los errores de configuración detectados en cualquier fase del ciclo de desarrollo, implementación y ejecución.
Si quiere entender mejor estas y otras características, lea la página de principios básicos de las plataformas nativas en la nube.
El futuro de las plataformas de seguridad nativas en la nube
Anteriormente, las organizaciones interesadas en adoptar nuevas opciones de computación se daban de bruces con la necesidad de comprar más productos de seguridad. Combinar productos dispares para intentar aplicar políticas coherentes en diferentes entornos les creaba problemas en vez de ayudarlas. La ventaja de las plataformas de seguridad nativas en la nube es que protegen cualquier tipo de implementación (incluidos los entornos de varias nubes) y todo el ciclo de desarrollo de las aplicaciones. Esto da a las organizaciones la libertad de elegir la opción de computación más adecuada para cada carga de trabajo, sin preocuparse por integrar otras soluciones de forma segura. Las plataformas de seguridad nativas ofrecen, en suma, todas las ventajas de una estrategia nativa en la nube, impulsando así la agilidad, la flexibilidad y la transformación digital.
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