¿Qué es el ransomware?
El ransomware es un modelo de negocio delictivo que utiliza software malicioso para retener archivos, datos o información valiosa a cambio de un rescate. Las víctimas de un ataque de ransomware pueden ver sus operaciones gravemente degradadas o paralizadas por completo.
Aunque retener algo de valor a cambio de un rescate no es un concepto nuevo, el ransomware se ha convertido en un negocio criminal multimillonario, dirigido tanto a particulares como a empresas. Debido a su baja barrera de entrada y a su eficacia a la hora de generar ingresos, ha desplazado rápidamente a otros modelos de negocio de la ciberdelincuencia y se ha convertido en la mayor amenaza a la que se enfrentan las organizaciones en la actualidad.
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¿Qué aspecto tiene un ataque de ransomware?
Los atacantes deben ejecutar cinco pasos para que un ataque de ransomware tenga éxito:
1. Comprometer y tomar el control de un sistema o dispositivo
La mayoría de los ataques de ransomware comienzan utilizando ingeniería social para engañar a los usuarios y conseguir que abran un archivo adjunto o sigan un enlace malicioso en su navegador web. Esto permite a los atacantes instalar malware en un sistema y tomar el control.
2. Impedir el acceso al sistema
Una vez que tengan acceso al sistema, los atacantes identificarán y cifrarán determinados tipos de archivos o denegarán el acceso a todo el sistema.
3. Notificar a la víctima
Naturalmente, los atacantes y las víctimas suelen hablar idiomas diferentes y tener distintos niveles de capacidades técnicas. Los atacantes deben alertar a las víctimas del compromiso, indicar su petición de rescate y explicar los pasos para recuperar el acceso.
4. Aceptar el pago del rescate
Para recibir el pago a la vez que evaden la aplicación de la ley, los atacantes exigen criptomonedas, como el bitcoin, para la transacción.
5. Devolver el acceso completo
Los atacantes deben devolver el acceso a los dispositivos. El hecho de que no se restablezca el acceso a los datos o sistemas comprometidos socava el plan, ya que pocos estarían dispuestos a pagar un rescate si no creen que se les devolverán sus objetos de valor.
Mantener a su organización a salvo de ser víctima de un ataque de ransomware requiere un cambio fundamental: pasar de la detección y la reparación a la prevención. Esto significa reducir la superficie de ataque, prevenir las amenazas conocidas e identificar y prevenir las desconocidas.